Grupo de productos
Desodorantes
Descripción
Los desodorantes tienen un efecto inhibidor de las bacterias y, por tanto, evitan el desarrollo de olores desagradables causados por el proceso de descomposición bacteriana del sudor. Además, el perfume de los productos enmascara los malos olores corporales. Para conseguir su efecto inhibidor de las bacterias y de enmascaramiento del olor, los desodorantes contienen diferentes tipos de ingredientes. Entre ellos están los absorbentes de olores, las fragancias, los agentes inhibidores de gérmenes o los inhibidores de enzimas. La eficacia de un desodorante depende de la calidad y la composición de los ingredientes activos utilizados, así como de la formulación de la base, es decir, las sustancias portadoras a las que se incorporan. Ya sea en spray, en atomizador, en roll-on o en barra, los ingredientes básicos importantes de todo desodorante son el agua, los aceites nutritivos y los emulsionantes. Los agentes cubridores de olor "clásicos" son los perfumes y las fragancias que se utilizan para enmascarar el olor corporal. En particular, son ventajosas las composiciones de perfume que, en combinación con el olor propio del cuerpo, transmiten una impresión general positiva. Los absorbentes de olores no influyen en la transpiración ni en las bacterias de la piel. Envuelven las sustancias que forman el olor para que ya no puedan ser percibidas directamente o como desagradables. Los absorbentes de olores también reducen la velocidad de propagación de las sustancias olorosas. Un ingrediente común se basa en una sal de zinc del ácido ricinoleico (ricinoleato de zinc). En la lucha contra el olor corporal es especialmente importante el uso de agentes inhibidores de gérmenes o antimicrobianos. Estos tienen un efecto específico sobre las bacterias que causan el olor corporal y regulan (reducen) su crecimiento. Numerosas fragancias y aceites esenciales como el aceite de clavo (EUGENOL), el aceite de menta (MENTHOL) o el aceite de tomillo (THYMOL) también tienen propiedades antimicrobianas. Las bacterias utilizan ciertas enzimas para descomponer el sudor, por lo que algunos desodorantes contienen inhibidores enzimáticos como el TRIETHYL CITRATE. Estos ingredientes activos desactivan las enzimas responsables de la descomposición del sudor sin dañar las bacterias que lo forman. La flora natural de la piel queda así preservada.