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Tintes para el cabello (no oxidativos)
Descripción
La coloracion que se consigue con los tintes capilares no oxidativos (normalmente denominados tintes) no es permanente. Los tintes aplicados se eliminan tras pasar de seis y ocho lavados del cabello. El tono de color obtenido es el resultado de la combinación del tinte aplicado con el color natural (previo) del cabello existente. Por lo tanto, no se pueden obtener tonos más claros que el color original del cabello. A diferencia de los tintes de oxidación, el daño capilar es mínimo. Los colorantes utilizados (por ejemplo, trifenilmetano, antraquinona y colorantes azo- o nitroaromáticos) tienen una gran afinidad con la queratina del cabello y se anclan a la cutícula externa de la superficie capilar (válido en particular para los colorantes nitrosos). Los colorantes capilares no oxidativos se comercializan frecuentemente en forma de cremas. Los tintes líquidos se aplican en forma de lociones o bálsamos, más o menos diluidos, principalmente por los peluqueros. Se aplican sobre el cabello bien aclarado y secado con una toalla después del champú y se vuelven a aclarar tras el tiempo de exposición recomendado. Los champús o acondicionadores (en formato de crema o espuma) resultan especialmente prácticos de utilizar. Al igual que los tintes, se basan en una base tensioactiva (por ejemplo, tensioactivos no iónicos, catiónicos, aniónicos o anfóteros). Se pueden conseguir cambios de color más bien ligeros con los fijadores de tintes. En este caso, los pigmentos de color no penetran en el cabello, sino que forman una película alrededor del mismo desde el exterior. Sin embargo, esta película desaparece de nuevo con el champú. Las lociones de tinte suelen ofrecerse como soluciones acuosas-alcohólicas con tintes catiónicos.